La intrusión de polvo representa un peligro potencial de cortocircuito en los interruptores de pared.
Con el tiempo, los interruptores de pared que se utilizan en muchos hogares y oficinas pueden acumular polvo discreto. El polvo se deposita lentamente en las pequeñas grietas del interior del interruptor. Cuando este polvo absorbe la humedad del aire, se vuelve conductor. Si el polvo se cruza entre dos componentes con corriente dentro del interruptor, puede crear una ruta conductora y provocar un cortocircuito.
La acumulación de polvo también afecta la calidad del contacto entre los contactos internos del interruptor. Los contactos metálicos, originalmente limpios, pueden cubrirse de polvo, lo que aumenta la resistencia de contacto. Cuando la corriente fluye a través de ellos, se pueden generar altas temperaturas localizadas, lo que podría dañar la capa aislante o incluso provocar un incendio. Como resultado, el interruptor de pared no solo deja de funcionar correctamente, sino que también representa un grave riesgo de seguridad.
